por : Gabriela Lozano y Catalina Gómez
El acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur es un detonante más para la crisis climática. Para contextualizar un poco, la UE (Unión Europea) y Mercosur (Mercado común del Sur)son organizaciones de integración regional en sus respectivos continentes, las cuales buscan, desde hace más de 20 años, la firma de un tratado comercial para acercar ambas economías. El documento le apuesta al desarrollo a gran escala por medio de la cooperación entre varios países de la Unión Europea y de Sudamérica tales como Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Esta sinergia presenta múltiples beneficios monetarios e incentivos económicos para los países involucrados, dado que, al tratarse de la importación de productos como la carne, el azúcar y el etanol, por mencionar algunos, se está ahorrando aranceles e impuestos que de otra forma serían cobrados. Asimismo, de ser ratificado este acuerdo, se convertiría en uno de los tratados comerciales más ambiciosos del bloque europeo. Empero, aunque el acuerdo tiene ventajas monetarias, es pertinente analizarlas implicaciones que tiene el mismo fuera del espectro económico.
Si bien la ratificación del acuerdo no ha sido definida aún, ya que el Parlamento Europeo sigue llevando a cabo debates para tomar la decisión final, es indispensable entender y discutir en las discusiones parlamentarias el impacto y las consecuencias que tendría la aprobación, no solo en el medio ambiente, sino también en la vida de millones de personas, ya que este es un conceso del que depende el futuro del planeta. En la dimensión ambiental, se reconoce que firmar y ratificar el acuerdo supondría la destrucción de ecosistemas como la llanura el Pantanal (Brasil), la Ecorregión de sabana tropical El Cerrado (Brasil) y el bosque húmedo de la Amazonia (Brasil, Colombia, Perú),los cuales tienen como función regular el ciclo del agua y estabilizar los cambios climáticos. Se estima que, una vez entrado en vigencia, tendrá repercusiones inevitables en la vida cotidiana de 780 millones de personas localizadas en ambos continentes. De igual forma, el aumento significativo de la deforestación sería otro efecto negativo de este consenso comercial, puesto que al tratarse de importación de productos agrícolas, como la carne de res, se generan grandes impactos medio ambientales. De acuerdo con30 Grain, una organización internacional sin ánimo de lucro, la exportación de la carne aumentaría las emisiones de CO2a un 82% (30 Grain, 2019).
Por otro lado, y como se ha mencionado, no se trata únicamente de examinar el impacto ambiental del acuerdo, sino que también se debe tener en consideración la repercusión que este tendría en la vida de campesinos y comunidades indígenas. Estas poblaciones están directamente ligadas al bienestar del territorio y a su protección, pues son quienes protegen la diversidad de los mismos. El acuerdo, entonces, fomentaría la vulneración de derechos de los pueblos originarios que se sitúan en territorios naturales como los mencionados.
Teniendo en cuenta lo anterior, es importante resaltar que más allá del pilar económico, el acuerdo se ubica en una conversación profundamente social, en donde los derechos humanos y ambientales parecen no ser prioridad cuando se dimensionan ciertas afectaciones a la salud de consumidores y a las actividades de subsistencia familiar en el campo. En efecto, el uso de agrotóxicos y pesticidas genera graves consecuencias en la salud humana y, por supuesto en el medio ambiente. No solo en Brasil y Suramérica, como región exportadora, sino también en países destinos europeos a través del ingreso de los alimentos. Y es que el volumen del comercio en cuestión es aterrador, tanto que, agricultores en Europa se ven amenazados porque al importar ciertos productos con menor precio (por su excepción de impuestos) se desincentiva la compra local. Estas son algunas de las razones por las cuales esta propuesta suscita rechazo popular, el cual se ha manifestado en movilizaciones sociales y en pronunciamientos de más de 600 ONGs (Organizaciones no gubernamentales)de diversa índole que se oponen abiertamente a su ratificación. Sin nunca olvidar que la crisis climática es además una crisis de derechos humanos.
Sin duda alguna, son muchas las razones por las cuales este acuerdo comercial no debería ser ratificado. Evidentemente, esta sinergia presenta ventajas rentables a países como Brasil y algunos otros en Sudamérica, no obstante, el costo socio ambiental es incalculable y los aparentes beneficios a los países involucrados no logran superar el daño sobre los ecosistemas y el clima. La repercusión ambiental es realmente preocupante, y por ningún motivo se puede pasar por alto, más aún cuando día a día estamos sufriendo las consecuencias de catástrofes naturales extremas como; inundaciones, incendios forestales masivos, aumento del material particulado en muchas de las ciudades más pobladas del mundo, y todas causadas por la falta de conciencia del ser humano. Es por esto que necesitamos despertar ante esta realidad y detener la destrucción de la biosfera de forma inmediata. Actuando en consistencia con los eventos actuales, de tal manera que estemos respetando el planeta que habitamos, que nos sustenta, y al cual no estamos retribuyendo correctamente con la protección y el cuidado que merece.
Los esfuerzos de los diferentes sectores de la sociedad civil deberían estar centrados en hacerle frente a la mayor amenaza que enfrenta la humanidad en la actualidad: la crisis climática y la pérdida de biodiversidad. El bloque europeo deja en evidencia una falla estructural en su coherencia política. Por un lado, impulsan el pacto verde (GreenNew Deal) pero por otro retroceden con la materialización del presente acuerdo de libre cambio EU-Mercosur. Pese a que sus defensores argumentan que el acuerdo servirá para contribuir con el cumplimiento de las metas climáticas de Naciones Unidas para 2030 (ODS 13) el contenido del acuerdo y el efecto de la política comercial propuesta resulta completamente contrario a los objetivos climáticos. En palabras de Orphelin (2020)“Esto es una bomba climática pero también un insulto a las libertades individuales fundamentales de las poblaciones ancestrales que viven allí”. En realidad, y en términos generales, se logra es acelerar la emergencia climática. No es suficiente reconocer la importancia de abordar la crisis, se requiere una alineación a las ambiciones establecidas por la comunidad internacional en los marcos legales e institucionales preexistentes.
Referencias:
Cavazzini, A. (2020, January 17). New study on Mercosur: A bad deal for climate and environment. Retrieved 19 November 2020, from https://www.grain.org/en/article/6387-new-study-on-mercosur-a-bad-deal-for-climate-and-environment#:~:text=The%20Mercosur%20agreement%20undermines%20the,to%20stop%20this%20Mercosur%20deal
EU-Mercosur trade deal will intensify the climate crisis from agriculture. (2019, November 25). 30 Grain. Retrieved from: https://www.grain.org/en/article/6355-eu-mercosur-trade-deal-will-intensify-the-climate-crisis-from-agriculture#:~:text=The%20top%20climate%2Dimpacting%20farm,land%20use%20changes%2C%20including%20deforestation.
Malamud, N. (2020, September 14). La Unión Europea y América Latina: De sueño a pesadilla. Retrieved November 19, 2020, from https://www.nytimes.com/es/2020/09/14/espanol/opinion/mercosur-union-europea.html
Parliament, E. (2019, December 12). STOP EU-MERCOSUR. Retrieved November 19, 2020, from https://www.guengl.eu/events/stop-eu-mercosur/
Senet, S. (2020, July 2). EU-Mercosur deal will have devastating impact on climate, NGOs warn. Retrieved 19 November 2020, from https://www.euractiv.com/section/economy-jobs/news/eu-mercosur-deal-will-have-devastating-impact-on-climate-ngos-warn/
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